El pasado 20 de Abril de 2011, el Gobierno acordó la modificación del Real Decreto Ley de Medidas para el Impulso de la Recuperación Económica y el Empleo.
Si tiene previsto mejorar y adaptar su hogar, aproveche las ayudas RENOVE que ofrece el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012.
Se trata de incentivos a la rehabilitación residencial, orientados a fomentar la eficiencia energética en edificios y viviendas, que sólo estarán disponibles hasta el 31 de diciembre de 2012.
A continuación le informamos sobre las condiciones para optar a estas ayudas.
¿Quién puede obtener las ayudas?
- Propietarios de viviendas o edificios de viviendas
- Inquilinos autorizados por el propietario
- Comunidades de propietarios
- Promotores de la actuación
Cuando se trate de la rehabilitación de viviendas para uso propio, los ingresos familiares del solicitante no podrán exceder de 6,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (fijado en 532,51€ mensuales para el 2010). Esto supone, que para optar a las ayudas, los ingresos mensuales no deben superar los 3.461,32€.
Además, los solicitantes no deben haber obtenido ayudas para la rehabilitación de la misma vivienda durante los 10 años anteriores.
¿Qué tipo de obras pueden acogerse al plan?
Mejora de la eficiencia energética, higiene, salud y protección del medio ambiente en edificios y viviendas, así como la utilización de energías renovables:
- Mejoras de la envolvente térmica y acústica del edificio (como la sustitución de carpinterías y acristalamientos)
- Mejoras en las instalaciones de calefacción y/o aire acondicionado, que incrementen su eficiencia energética o el uso de energías renovables.
- Mejoras en las instalaciones de suministro de agua (que favorezcan el ahorro de agua), así como las redes de saneamiento separativas.
- Obras que mejoren la habitabilidad de la vivienda, proporcionando las condiciones necesarias (servicios, iluminación, ventilación…)
- Instalación de paneles solares para contribuir, al menos en un 50%, a la producción de agua caliente sanitaria.
Actuaciones para garantizar la seguridad y la estanqueidad de los edificios.
- Intervenciones sobre elementos estructurales del edificio (muros, pilares, vigas y forjados, incluida la cimentación).
- Intervenciones sobre elementos de la envolvente afectados por humedades, como cubiertas y muros.
- Instalaciones eléctricas, con el fin de adaptarlas a la normativa vigente.
Mejora de la accesibilidad y la movilidad (en el edificio y/o sus viviendas)
- Instalación de ascensores, o adaptación de éstos a personas con discapacidad.
- Instalación o mejora de rampas de acceso.
- Dispositivos de acceso.
- Elementos de información que permitan la orientación en el uso de escaleras y ascensores.
- Adaptación a las personas con discapacidad o de personas mayores de 65 años.
Cuando la rehabilitación tenga por objeto los elementos comunes del edificio, o la totalidad del mismo, para destinarlo a arrendamiento, las condiciones de los beneficiarios serán las que determinen las Comunidades Autónomas.
¿Qué requisitos debe cumplir el inmueble?
La vivienda ha de tener un mínimo de 15 años de antigüedad, a excepción de las obras por accesibilidad y movilidad para discapacitados y mayores.
Además, las obras no pueden empezar antes de la solicitud de las ayudas y deben obtener la licencia municipal.
Una vez percibidas las ayudas para la rehabilitación, la vivienda no puede se podrá vender durante el plazo de 10 años, y deberá ser la residencia habitual al menos 5 años.
¿Cuáles son las condiciones de las ayudas?
Para viviendas, las ayudas consisten en subvenciones, que serán abonadas a través de las Comunidades Autónomas o de la forma que se acuerde con las mismas.
El presupuesto protegido, en estas actuaciones, será el coste total de la rehabilitación de la vivienda. Para calcular el presupuesto protegido, se computará un máximo de 90 metros cuadrados útiles por vivienda resultante de la actuación o local afectado por ella.
La cuantía máxima del presupuesto protegido, por metro cuadrado útil, no superará el 70 % del Módulo Básico Estatal vigente (758€ en 2010) en el momento de la calificación provisional de la actuación.
Será condición necesaria que al menos el 25 por ciento del presupuesto de las actuaciones protegidas esté dedicado a la utilización de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética, la higiene, salud y protección del medio ambiente, y la accesibilidad del edificio.
Para edificios de viviendas, además de las subvenciones, se ofrecen préstamos convenidos y ayudas para el pago del préstamo.
¿Cuál es el importe máximo de las subvenciones?
Las subvenciones para la rehabilitación de viviendas serán las siguientes:
- Cuantía con carácter general: 25% del presupuesto protegido, con el límite de 2.500 euros.
- Mayores de 65 años o discapacitados: hasta 3.400 euros cuando las obras se destinen a la eliminación de barreras o a la adecuación de la vivienda a sus necesidades específicas.
- Rehabilitación para alquiler: la subvención podrá llegar a los 6.500 euros cuando la vivienda objeto de la rehabilitación se destine a arrendamiento durante un plazo mínimo de 5 años.
¿Se puede deducir el IRPF?
Sí. A partir del 1 de enero de 2011 y sólo hasta el 31 de diciembre de 2012, podrás deducirte el IRPF por obras de mejora de la vivienda habitual.
Los contribuyentes de renta inferior a 33.007,2 euros podrán deducir en el IRPF el 10% de los costes de las obras de rehabilitación de viviendas que tengan por objeto la rehabilitación energética, las instalaciones de suministros o la accesibilidad para personas con movilidad reducida, con el límite de 12.000€ por vivienda (4.000€ anuales)
¿Afectará al IVA?
Sí. Durante dos años se rebaja el IVA del 16 al 7% (8% a partir del 1 de julio de 2010) para los trabajos de albañilería, fontanería, electricidad y obras que tengan que ver con la eficiencia energética, al ahorro de agua o la accesibilidad de los edificios.
Una vez diseñada la forma de nuestra nueva cocina es el momento de pensar en los acabados. Elegiremos materiales que combinen entre sí, y tendremos siempre presente su precio, ya que en la elección del material es donde más se puede ajustar el presupuesto.
También decidiremos los muebles y electrodomésticos que necesitamos y queremos incluir en la cocina. Un mobiliario estudiado para obtener el máximo aprovechamiento del espacio, combinado con los modelos y tamaños de electrodomésticos más adecuados a nuestras necesidades y presupuesto.
- Escoger el pavimento.
Un buen pavimento para la cocina debe ser práctico, resistente a los golpes, inalterable frente a las manchas y la humedad, higiénico y fácil de limpiar.
En este sentido, el gres es el material estrella a la hora de dar forma al suelo de la cocina. Su acabado superior esmaltado, no poroso, reduce al mínimo su mantenimiento. Además, se caracteriza por estar disponible en una amplia variedad de colores, formatos, diseños y acabados, y puede personalizarse.
Los suelos laminados son una excelente alternativa. Su instalación es sencilla, y ofrecen, de forma práctica y resistente, una réplica perfecta de la madera.
Otro tipo de suelo es la piedra natural, como el mármol o el granito, que aporta durabilidad y elegancia en cualquier ambiente. Los suelos de madera tratada se hacen un hueco gracias a su calidez y las cocinas más actuales se revisten con materiales innovadores como el acero o el cemento. - Elegir la encimera.
Las encimeras juegan un importante papel práctico y conviene que sean muy resistentes, ya que están sometidas a todo tipo de golpes, cortes o salpicaduras. Es recomendable que la encimera este en consonancia con el resto del mobiliario. A muebles buenos, buena encimera y a muebles baratos, encimera discreta.
Entre los materiales más utilizados se encuentran la piedra natural (mármol y granito), los sintéticos (silestone o corian), el acero inoxidables y las superficies laminadas. - Zona de aguas.
Actualmente, los fregaderos más demandados son los de acero inoxidable. Si se dispone de espacio será útil elegir el de dos senos, combinándolo con diferentes accesorios (tablas de cortar, cestas escurridoras o incluso un lavaplatos integrado).
Merece la pena colocar griferías de calidad. Se recomienda el monomando de caño alto (facilita la limpieza de piezas voluminosas), aunque esta opción nos obliga a estudiar la abertura de las ventanas para que no choquen con la grifería. - Área de cocción.
La placa de cocinar es la pieza fundamental de la cocina. Requiere de una buena iluminación, evitando las propias sombras si estamos de espaldas a la fuente de luz.
Tenemos a nuestra disposición una amplia oferta de tipologías, modelos, estilos, materiales… Desde las tradicionales placas de gas, hasta las más novedosas de vitrocerámica e inducción, pasando por las placas modulares o dominó.
Si nos decantamos por la eléctrica necesitaremos una toma especial, mientras que en las de gas tendremos que cumplir estrictos requisitos de distribución, ubicación y ventilación. - El mobiliario y su equipamiento interno.
Los muebles de cocina responden a unas modulaciones más o menos estándar, para facilitar multitud de acoplamientos y diseños posibles. Combinaremos muebles altos (para armarios) y bajos, que usaremos a modo de “cajones”.
La calidad de los muebles se diferenciará mediante las puertas y complementos. Éstos se fabrican en tres materiales principales: laminados, PVC y madera maciza. Todos garantizan la durabilidad y resistencia, por lo que los criterios de elección son de índole subjetiva y precio.
No obstante, para simplificar al máximo el trabajo diario, existen apreciables diferencias en lo que a complementos y soluciones se refiere: cuidados interiores de cajones, armarios y gavetas con bases antideslizantes y prácticos compartimentos, mesitas extensibles, muebles de esquina para aprovechar cada rincón, especieros, botelleros…
También es importante elegir bien los tiradores de los armarios, además de decorativos unos son más cómodos que otros. - Cambiar los electrodomésticos.
El mejor momento para renovar los electrodomésticos es al reformar la cocina.
En función del uso previsto para cada uno de ellos, estudiaremos las dimensiones más adecuadas del horno, lavavajillas… Si necesitamos ahorrar espacio, optaremos por los electrodomésticos que integran varios equipos. Finalmente decidiremos si los dejamos a la vista o los integramos en el mobiliario.
En cualquier caso, conviene que los nuevos electrodomésticos sean eficientes y consuman poco. Comprobaremos que su etiqueta energética sea de la clase A.
Salvo falta de espacio, evitaremos poner la lavadora en la cocina. Llegado el caso, intentaremos situarla lo suficientemente separada para no tener problemas con los olores de la comida, ni los humos... - Revestir y proteger las paredes.
Es importante proteger las paredes del área de cocción y de las diferentes las zonas de trabajo.
Podemos optar por alicatarlas completamente, o solo hasta determinada altura. Entre los diversos materiales se encuentran los clásicos azulejos, la piedra natural, los sintéticos, el hormigón y el vidrio lacado.
En el resto de paredes y el techo podemos aplicar una pintura antihumedad, resistente y fácil de lavar. - Sustituir puertas y ventanas.
Por último podemos aprovechar la obra para acometer reformas adicionales como por ejemplo, para cambiar las puertas y ventanas.
A la hora de reformar la cocina, además de tener en cuenta las sugerencias de los artículos anteriores, no podemos pasar por alto las claves para lograr que nuestra nueva cocina sea funcional, amplia, luminosa y elegante.
- Análisis de las necesidades.
En primer lugar analizaremos las necesidades de la familia, para conseguir que el resultado sea el más adecuado en cada caso.
¿Se usa habitualmente o solo para lo imprescindible? ¿Se preparan recetas elaboradas o platos fríos? ¿Cuantas veces al mes ser realiza la compra? ¿Se necesita instalar un office?… - Lograr una distribución adecuada.
Estudiaremos las posibilidades del espacio. El tamaño y la forma de la planta son determinantes a la hora de distribuir el equipamiento de la cocina. Aunque también tendremos en cuenta las ventanas y puertas, así como los puntos de luz natural.
Si necesitamos más espacio, plantearemos la opción de tirar algún tabique y dejar la cocina abierta, tipo cocina americana. - Trabajar con comodidad.
Intentaremos que cada actividad tenga su espacio, sin que se solape ni esté excesivamente alejada de las otras. Para facilitar los desplazamientos por la cocina, es imprescindible distribuir correctamente las tres áreas básicas de la estancia: cocción, aguas y almacenamiento.
Es lo que se conoce como triángulo de trabajo, donde conviene que cada lado del mismo no tenga menos de 2 metros ni más de 6, evitando así recorridos innecesarios. Además, este triangulo no debe ser interrumpido por la circulación de personas.
De esta manera, podemos amueblar nuestra cocina de las siguientes formas:- A una única pared: ideal para cocinas de pequeñas dimensiones, aunque los recorridos entre las tres áreas básicas no sean los óptimos.
- En pasillo: es muy eficiente porque permite moverse por toda la cocina con sólo algunos pasos. Sin embargo, el espacio de trabajo y los armarios son limitados; además, la gente se atraviesa en el camino del cocinero.
- Una península: ofrece un diseño abierto que incorpora cocina y comedor. Su disposición une a toda la familia, creando un espacio común extra.
- En forma de L: su triángulo de trabajo no se ve interrumpido por el paso y hay mucho espacio para los electrodomésticos. Prolongando la base de la L se puede crear más espacio de trabajo y almacenamiento.
- En forma de U: Las cocinas en forma de U lo rodean por tres lados con armarios, mostradores y electrodomésticos. Esto ahorra muchos pasos. Si la U es bastante grande, se puede agregar una isla de trabajo en el centro.
- A una única pared: ideal para cocinas de pequeñas dimensiones, aunque los recorridos entre las tres áreas básicas no sean los óptimos.
- Crear un office.
Cualquier cocina, por pequeña que sea, puede albergar una zona de office. Desde una mesa exenta, hasta encimeras que se prolongan por uno de sus extremos, pasando por los tableros adosados, baldas ligeras o superficies móviles. - Despensa.
A no ser que dispongamos de un cuarto para despensa, deberemos planificarlo también dentro de la cocina. Es importante asegurarnos de tener suficiente espacio de almacenamiento para no tener que dejar media compra por fuera. Un buen consejo es aprovechar los rincones para almacén.
Renovar las instalaciones...
Una vez decidida la distribución de nuestra nueva cocina, y antes de empezar con las obras, nos plantearemos la posibilidad de aprovechar la remodelación para renovar todas las instalaciones (electricidad, gas, fontanería). Así evitaremos el riesgo de tener que reparar averías después de que hayamos terminado nuestra reforma.
Además, la normativa vigente señala que se debe renovar la instalación eléctrica con más de 24 años de antigüedad y someter a revisión periódica la de menor edad. La legislación actual también obliga a cambiar cañerías de plomo de agua y gas.
Puntos de luz. Tan importante como contar con una buena entrada de luz natural en la cocina es que esta disponga de una óptima iluminación artificial. La general se suele resolver con halógenas o downlights empotrados en el falso techo y con fluorescentes, mientras que para el office se recomiendan las lámparas de suspensión. Respecto a los planos de trabajo, los focos o apliques instalados bajo los módulos altos permiten trabajar con seguridad. Siempre es conveniente decantarnos por lámparas fáciles de limpiar.
También tendremos presente que, en la cocina, necesitamos muchos enchufes. Estudiaremos con detenimiento la ubicación más adecuada de todos los aparatos eléctricos y, a partir de aquí, situaremos los puntos eléctricos (cocina, horno y lavadora-lavaplatos requieren un circuito independiente)
Puntos básicos antes de contratar el servicio de obras y reformas:
- Comparar varios presupuestos.
Si se quiere lograr un buen servicio al mejor precio, recomendamos solicitar presupuesto a diferentes empresas del sector y compararlos entre sí. Unos 2 o 3 serán suficientes para apreciar notables diferencias de precio. También evaluaremos quién ofrece mejores condiciones en cuanto a calidad, materiales, plazos de ejecución, garantías…
La mayoría de las empresas realizan los presupuestos de forma gratuita, aunque conviene confirmarlo antes. Si cobran por el presupuesto y nos acabamos decidiendo por otro, nos pueden exigir el pago de cierta cantidad por la visita al domicilio y la elaboración del documento. - El presupuesto siempre por escrito
Desconfiando de cualquier acuerdo verbal, solicitaremos siempre la entrega del presupuesto por escrito, y que en éste se desglose la cantidad, calidad y precio de los materiales, así como el importe de la mano de obra. Con las partidas desglosadas será muy fácil comparar los diferentes presupuestos. El documento también debe incluir la fecha de inicio y finalización de los servicios y las formas de pago.
Cuando se firma el documento con el importe total de la reforma, éste se convierte en un contrato cerrado que no admite cambios que incrementen el precio. Cualquier variación (cambio de materiales, más horas de trabajo…) deberá serle notificada y reflejada otra vez por escrito. - Asegurarse de la seriedad de la empresa
Estamos en nuestro derecho de conocer el historial de la empresa, por lo tanto podemos pedirles datos acerca de su experiencia en el sector, obras realizadas… y así evaluar su seriedad y calidad a la hora de realizar reformas. - No valore exclusivamente el precio
Tenga presente que no siempre el presupuesto más barato es el idóneo, el recorte de gastos puede suponer un recorte de garantías.- Contrate mano de obra cualificada y que pague impuestos. Los precios de los profesionales sin empresa son normalmente más baratos, pero algunos de ellos carecen de licencia y de seguro de responsabilidad civil por lo que, en caso de accidente o desperfecto, no se podrán hacer cargo de los gastos.
- Asegúrese que los trabajadores cumplirán con los plazos establecidos. Conviene tener planes “B”, por si algún gremio se demora en exceso.
- Cuidado con los presupuestos demasiado baratos. Sea prudente ya que, una vez finalizada la obra, la factura podría ser muy superior a la presupuestada. Debe saber con exactitud qué incluye el presupuesto y, ante cualquier imprevisto (accidental, propio de la obra, o solicitado por el cliente), conocer y aceptar el monto de cualquier trabajo extra antes de que sea realizado.
- Para terminar
No abone el 100% del importe hasta comprobar que el trabajo se ha realizado tal y como se acordó, y sin imperfecciones ni defectos. Es recomendable acordar una parte del pago (10%) justo al final de la obra, ya que los pequeños detalles y retoques se solucionaran más rápido si queda una parte de la factura por pagar.
Si una vez finalizados los trabajos detectamos daños o desperfectos en mobiliario, paredes u objetos del hogar debido a la actividad de los trabajadores, reclamaremos a la empresa. - La factura
La cuantía de la factura ha de corresponder al presupuesto aprobado. Si ha sufrido alguna variación y no le ha sido notificada, puede negarse a pagarla.
En la factura debe figurar la identificación del cliente y de la empresa, la descripción de los trabajos, el precio desglosado de materiales y mano de obra, y los impuestos (sin IVA no hay opción de reclamar). Conviene solicitar que se incluyan en ella los términos de la garantía de la obra. Tanto factura como garantía estarán fechadas, selladas y firmadas por el cliente y por el prestador del servicio.
Al emprender obras en casa debemos evitar que se dispare el presupuesto.
Para ello, las siguientes claves nos serán de gran utilidad:
- Tanto si disponemos del dinero como si vamos solicitar un crédito, es interesante informarse en el ayuntamiento de si, por reformar un edificio antiguo, tenemos derecho a alguna subvención o ayuda.
- Con una buena planificación de las obras evitaremos cambios sobre la marcha, que siempre disparan los costos. Indirectamente, estaremos consiguiendo un importante ahorro económico.
- Trataremos de programar el trabajo en temporada baja. Por ejemplo, aprovechar el invierno para instalar el aire acondicionado.
- Analizaremos detalladamente si en el trabajo que se va a hacer existen alternativas menos costosas. La innovación en materiales y sistemas de construcción tiene un ritmo muy rápido y pueden existir alternativas que aún no conocemos.
- Si somos habilidosos, consideraremos la opción de hacer nosotros mismos parte del trabajo. Por ejemplo, si estamos reformando una habitación, podríamos pintarla cuando esté terminada.
- Con la mayor anticipación posible, empezaremos a buscar materiales en oferta o liquidación. Aunque debemos tener en cuenta que, si somos nosotros quien elegimos los materiales, es imprescindible coordinar el suministro con las tareas a realizar. En caso contrario, las obras se atrasaran y el ahorro económico previsto pasará a ser un gasto extra. Si no vemos factible conseguir coordinarlo, nos limitaremos a elegir temas puntuales y específicos: los sanitarios, el gres, la grifería o el parquet…
Siguiendo estas pautas seguro que nuestra reforma acabará siendo más barata, pero ahora debemos valorar si conviene primar exclusivamente el tema económico, o preferimos ahorrarnos tiempo y molestias contratando una empresa que se encargue de la coordinación de las obras.
Contratar una empresa de obras y reformas
- Requieran el cumplimiento de códigos de construcción municipales.
- Requieran herramientas especializadas.
- Incluyan materiales muy costosos.
- Afecten el aspecto exterior o la funcionalidad de la vivienda.
Si finalmente decidimos trabajar con una empresa que coordine la reforma, lo mejor es contratar a una empresa seria y de la que se tengan buenas referencias, reflejando en un contrato los términos de la relación: porcentaje que cobrará, plazos de fin de obra…
Cuando decidimos reformar la casa, debemos tener en cuenta varios consejos y adoptar una serie de medidas que a la larga nos evitarán disgustos.
Consejos para afrontar las obras:
Toda obra implica molestias (ruidos, vibraciones, polvo…). Por lo tanto, la primera sugerencia es vivir en otro lado mientras éstas se realizan. Se consiguen dos cosas:
- Evitar la tensión propia de las obras y de los operarios.
- Dejar libertad a los profesionales para realizar su trabajo, imprimiendo mayor dinamismo a las faenas.
Si le resulta imposible trasladarse temporalmente, ármese de paciencia y evite presionar a los profesionales ante cualquier eventualidad. Un buen ambiente hará las obras más llevaderas.
Medidas preventivas en una comunidad de vecinos:
Si su vivienda forma parte de una comunidad, tenga en cuenta las molestias que ocasionará a sus vecinos. Ellos no tienen porqué sufrir las consecuencias de su reforma.
Por este motivo, conviene tomar las siguientes medidas preventivas:
- Avisar sobre las obras antes de su inicio
Mediante una comunicación escrita en la entrada del edificio o en un lugar habilitado, informa a los vecinos que vas a realizar reformas en tu vivienda (indicando fecha prevista de inicio y fin). Agradéceles su comprensión y pide disculpas por las molestias que les puedas ocasionar. Así nadie se sorprenderá cuando inicies la reforma y asumirán los inconvenientes (polvo, ruido, suciedad…) como algo normal. - Solicitar el permiso de obras
Informar puede no ser suficiente y, a veces nos encontramos con impedimentos por parte de algún vecino. Por ello, unos días antes de empezar la reforma es necesario solicitar el permiso de obras correspondientes al Ayuntamiento. Al gestionar la licencia, estaremos cumpliendo con todos los trámites legales necesarios.
En el caso de reformas interiores, será suficiente con una licencia de obras menores. Con ésta podremos realizar en el interior de la vivienda las reformas oportunas, siempre y cuando no pongan en riesgo la estructura del edificio, ni afecten a elementos de fachada. Tampoco podremos variar la estructura de los bajantes de agua, ya que impediríamos que los pisos superiores pudieran desaguar.
Si quisiéramos reformar alguno de estos aspectos, necesitaríamos una licencia de obras mayores. - Solicitar licencia para la retirada de escombros
Cuando la cantidad de escombros es muy grande, y dependiendo del ayuntamiento, puede ser necesario solicitar una licencia para la retirada de escombros. Entonces nos plantearemos la posibilidad de alquilar un contenedor para depositarlos. Esto conllevaría el pago de la tasa de ocupación de vía pública (en función del número de días). - Respetar el horario de descanso de los vecinos
Debemos evitar hacer ruidos antes de las 8 de la mañana, después de las 8 de la tarde y no permitir a los operarios dar golpes un sábado o domingo, ya que aunque tengamos permiso de obras, podemos ser denunciados. - Proteger elementos que puedan ser deteriorados
En los espacios comunes, debemos proteger los elementos susceptibles de ser deteriorados al bajar escombros o subir material. Así pues, forraremos el ascensor o las barandillas de la escalera para evitar rayadas.
La puerta de entrada de casa va a sufrir el paso constante de personas y materiales, así que también es recomendable forrarla. - Limpiar el espacio común todos los días
Para evitar quejas o problemas con los vecinos, recomendamos limpiar la escalera y ascensor todos los días de trabajo, una vez terminan los profesionales.
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La reforma en el hogar no es una labor imposible, pero se ha de planificar exhaustivamente y con antelación para evitar problemas y gastos innecesarios.
Como punto de partida deberá hacerse estas dos preguntas:
¿Qué reformar?
Antes de sumergirse en el universo de las revistas de decoración en busca de inspiración e ideas, es imprescindible plantearse de manera objetiva la reforma que se va a realizar.
Debemos tener claras nuestras expectativas, ya que el saber diferenciar entre lo que queremos y lo que es esencial puede ser clave. Un cambio de estilo y acabados… o conviene una reforma a fondo para evitar problemas a medio plazo, que obligarían a una nueva inversión de mayor envergadura.
Tenga en cuenta que las reformas de mantenimiento no son realmente una opción, en un momento u otro estaremos obligados a ejecutarlas para evitar el deterioro de la vivienda y conservar nuestra inversión.
¿Cuándo reformar?
Las grandes reformas resultan tan invasivas con su ruido, escombros, polvo y movimiento de personas y materiales, que obligan a la familia a encontrar una vivienda alternativa hasta que las obras finalicen.
Si la reforma es integral o piensa en cambiar cocina y baño, los meses de junio, julio y agosto parecen los más adecuados para llevar a cabo las obras. Durante las vacaciones se dispone de una mayor movilidad por parte de la familia, tanto para alquilar otro piso como para trasladarse a la casa de parientes o vecinos.
Planifique este tema al detalle, ya que cualquier imprevisto o cambio de última hora dilatará el proceso de reforma y puede aumentar los costes.
Claves para la planificación del proyecto de reforma:
- Análisis previo de las condiciones del lugar
Se debe verificar que no existan problemas de base, que tengan que ser arreglados antes de comenzar con el proyecto de reforma. - Comentar e informarse
Es conveniente hablar con amigos y conocidos que hayan hecho una reforma. Su experiencia puede resultarnos útil a la hora de tomar una u otra decisión. - Obtener el plano de la vivienda
Es prácticamente imprescindible disponer del plano de la vivienda, en el que se detallen las paredes maestras, la posición de puertas y ventanas, así como la ubicación de conducciones de agua, luz y gas.
En el caso de no poder conseguir los planos originales, habría que dibujar un plano del estado actual de las estancias a reformar. Los planos con medidas e instalaciones existentes ayudaran mucho a planificar el proyecto de reformas. - Asegurarse de las medidas
Verifique que las medidas que aparecen en los planos (originales o dibujados) son correctas. Los errores en papel son fáciles de corregir, mientras que los errores una vez comenzadas las reformas serán difíciles de corregir y nos costaran mucho dinero y tiempo. - Definir el estilo
Las decisiones proyectuales empiezan escogiendo el estilo que se desea. Siempre teniendo en cuenta el espacio del que se dispone, las zonas de luz natural, así como la orientación de la vivienda. Piense que los espacios abiertos y la simplicidad de los elementos dan una sensación de elegancia y amplitud. - Elementos de los que prescindir
Con una visión general de la estructura de la vivienda y con el estilo definido, se confeccionará un listado de elementos de los que queramos prescindir (tabiques, puertas...). No siempre será posible eliminarlos. En edificios antiguos retirar paredes maestras podría causar graves daños estructurales, mientras que las estructuras de pilares de los edificios nuevos nos darán más libertad. - Plano de la reforma
Analice todas las opciones para conseguir distribuir el espacio correctamente. Tenga en cuenta la funcionalidad de cada una de las nuevas estancias. A la hora de reformar cocinas y baños, es muy útil recortar los muebles a escala y representarlos sobre el plano. Esto permite moverlos y recolocarlos hasta encontrarles el lugar idóneo.
Nuestros primeros artículos se van a centrar en el análisis de los pasos previos a una reforma. Desde las razones que nos conducen a ella, hasta la contratación de la empresa y los profesionales que nos la llevaran a término. Todo ello sin olvidarnos de cómo planificarla y qué permisos son necesarios. Además, ofreceremos interesantes consejos para conseguir un ahorro económico, así como para evitar cualquier tipo de problema durante su ejecución.
Razones
Cualquier motivo para emprender una reforma se puede clasificar en una de estas tres categorías:
- Reformas de renovación, rehabilitación o mantenimiento
Con el paso del tiempo los elementos se van deteriorando y, si bien es cierto que podemos apurar o retrasar, las reformas acaban siendo inevitables.
Reformar la casa por su antigüedad acaba siendo un sistema de prevención, ya que tomamos la decisión de cambiarla antes de que sus elementos se deterioren por completo y nos veamos en la imperiosa necesidad de hacer la obra con urgencia. De esta manera estamos protegiendo la inversión hecha en nuestro hogar. - Reformas para actualizar los sistemas y equipos del hogar.
Con los avances tecnológicos, aparecen equipos mucho más eficientes que los instalados en nuestras viviendas. Reemplazar y actualizar estos equipos puede parecer una inversión costosa pero, a la larga acaba siendo rentable.
Estas reformas se centran en las instalaciones, así como en los cerramientos exteriores. Desde sistemas de calefacción o aire acondicionado hasta fachadas que aumenten el aislamiento. En cualquier caso, conseguiremos unas instalaciones más eficientes que racionalizaran el consumo, recuperando progresivamente la inversión realizada. - Reformas que adapten la vivienda a nuestro estilo de vida
Es evidente que la situación familiar evoluciona con el paso del tiempo y la vivienda debe seguir un camino paralelo, adaptándose y dando respuesta a las nuevas necesidades.
Se trata de reformas que buscan mejorar nuestro estilo de vida: construir una terraza o una piscina, convertir un pequeño espacio en otro más funcional, redistribuir la relación entre estancias… factores que influirán positivamente en nuestra vida diaria.
Incluso, el simple hecho de un cambio de imagen del diseño interior de nuestra vivienda, puede hacer sentirnos mejor y no tener la sensación de que vivimos en una casa vieja.
Beneficios
Sea cual sea el motivo por el que decida hacer una reforma, tenga en cuenta que existen multitud de beneficios asociados a ésta: desde el simple placer de ver algo nuevo o mejorar la estética de nuestro hábitat, hasta disponer de un hogar más confortable y seguro. Al mismo tiempo facilita el mantenimiento y se consigue un ahorro energético y de recursos. Todo ello unido a un considerable aumento del valor de la vivienda.
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